Todo lo posible para “los que saben querer” y al pueblo

F. Vladimir Pérez Casal

El lunes despertamos todos tristes, un tornado ha desbastado varias zonas de La Habana. Las imágenes nos llenan de dolor y lágrimas.

Un amigo pintor, Michel Mirabal Martínez, que se preparaba para la Bienal de La Habana, comunicaba en su cuenta de facebook:

“Hermanos con mucho, pero mucho dolor, se asoman estas imágenes a nuestra realidad habanera, este momento que vivimos me hace despojarme de mis más ansiadas metas que se resumían, por ahora, a la Bienal de La Habana y en la realización de una de exposición de mi trabajo, que me llenaría de orgullo y placer ya que volcaría en ellas todos los recursos y toda la inspiración que la vida me ha regalado. He estado promocionando todo lo que haríamos y las actividades colaterales que nuestro Estudio ofrecería para nuestros amigos y mi comunidad, pero por favor les quiero pedir disculpas, esto ya no será así, ahora mismo mi máxima aspiración en la vida es ayudar a mi Pueblo en lo que pueda, ya sea con mis recursos propios o con los que lograré recaudar de manos amigas, ya vendrán más bienales y exposiciones, a partir de este momento mi Bienal se resume en ayudar, ayudar y ayudar, haremos una muestra con lo que tenemos y mantendremos los conciertos que habíamos programado con los amigos músicos gratis, para el pueblo, creo que ayudará a alegrar el alma.
La Habana cumplirá sus 500 años y festejaremos ese día con ella de lujo.
Por favor que nadie se sienta aludido con este post, cada cual hace con su vida y sus cosas lo que entienda conveniente, como dice la canción (que me digan loco, pero estoy feliz con mi locura).
Viva Cuba y todos los cubanos” #fincacalunga #michelmirabalestudio#seriebanderas #bienaldelahabana2019 #vivacuba

De una familia de artistas, nieto de Martha Jean-Claude y del periodista Mirabal, Michel es graduado de la Escuela de Diseño, cursó estudios en la Academia de San Alejandro y comenzó a pintar hace 25 años. Ha trabajado en la casa productora del ICAIC y en el Ballet Nacional de Cuba. Éxito ha tenido y eso lo demuestran su participación en más de 57 muestras personales y colectivas en Argentina, Canadá (Toronto), Cuba, República Popular China, República Dominicana, Estados Unidos (Chicago, Los Ángeles, Miami, Nueva York), España (Marbella, Palma de Mallorca, Santander), Francia (París), Gran Bretaña (Londres), Haití, Italia (Venecia y Jessolo), Jamaica, México, Panamá y Portugal.

Muchos otros artistas harán sus contribuciones, porque como hijos del pueblo, a él se deben.

Los fenómenos naturales existen a pesar de la voluntad de los hombres; pero con los vicios y la violaciones constantes de los procesos naturales, la especie humana está actuando como un virus, por la sobreexplotación de los recursos, por la poca atención que presta a su entorno, por el desarrollo vertiginoso alcanzado sin respetar las reglas de convivencia que la naturaleza impone, por dar rienda suelta a sus más bajos instintos, a lo que se une la concentración del capital y la acumulación de las riquezas en poquísimas manos, por la explotación de sus semejantes, porque el sueño de vivir mejor, que es genuino, crea una acumulación de artefactos para el “supuesto” uso y disfrute de todos, con la justificación de hacer más cómoda la vida, en el mejor de los casos, y en el peor, la alteración del curso natural de la existencia humana.

Ningún fenómeno natural tendrá fuerzas para doblegar la voluntad de este pueblo, que sabe salir de la adversidad con alegría, no hará falta que los muertos alcen los brazos para defender la Patria, que no está en peligro en este momento, hace falta solidaridad, organizarnos y trabajar.

El estado y el gobierno hacen y harán su parte, estoy seguro, pero no basta, todos hacemos falta.

En todos estos años de carrera profesional, como artista de la plástica, Michel Mirabal ha dado lo que tiene, ya sea impregnando su espíritu en los lienzos o ayudando a los más necesitados, algo que no puede evitar hacer.

“El premio más grande que puedo tener -afirma- es morirme al lado de mucha gente que recuerde que siempre estuve dispuesto a ayudar a los demás, de haber compartido lo que tuve y haber contribuido a que muchos aprendieran”.

Este no es momento de palabras solamente.

Mirabal brindaba ya ayuda material a 50 personas con bajos recursos de su comunidad, a 38 infantes del hogar para niños sin amparo filial de su barrio en Guanabo, a 6 personas de la tercera edad y a los niños con síndrome de Down del proyecto “Mi granjita feliz”, además de trabajar en la habilitación de una cancha deportiva multidisciplinaria al este de La Habana.

“Leal a mi gente, a mi entorno, como siempre he sido estoy y estaré, sin eso saldría una obra vacía. Dejar de ser como soy es imposible. Estos días terribles y tristes se irán, muchos han perdido lo poco que tienen, los protagonistas de hoy son el pueblo y los damnificados”.

Dice la profecía que quien lo da todo a pedir se queda, no siempre las profecías se cumplen ni son ciertas. El egoísmo, el individualismo, los instintos bajos y las ambiciones individuales nos azotan perennemente, nos corrompen, hay que cultivar una cultura de la virtud, porque el vicio y lo peor del ser humano crece solo.

Una sociedad se torna insostenible cuando tiene cada vez más opciones en menos tiempos o intervalos, cuando introduce a la atmósfera miles de nuevas sustancias químicas en la naturaleza y esta no las puede asimilar, cuando dispone de microorganismos genéticamente modificados, cuando renuncia a la posibilidad de reaccionar a tiempo ante los efectos de sus actos.

Ningún Dios vendrá a echarnos una mano -aunque la fe ayude-, sólo la actitud responsable de cada ciudadano, de compromiso real con los que lo han perdido todo nos salvará, ¡ah! y por sobre todas las cosas: el trabajo.

Foto: Michel Mirabal en primer plano, celebrando un cumpleaños a los niños en Guanabo